Viernes. Último día de una semana muy extraña. Me levanté con buena cara y un poco de sueño,después de tres "5 minutos más" logré salir de la cama, bañarme y arreglarme. No supe cómo pero después de eso vinó un último "5 minutitos más". Continuaba la buena vibra fluyendo en mi vida. Mi pelo se peinó como se quiso peinar, "quién soy yo para decirle cómo peinarse?", pensé, teniendo esta imagen de mí como una rebelde me pareció incongruente negarle a mi pelo su derecho de rebelarseme...me gustó como quedó.
En el camino al trabajo alterné a Mónica y a Bebe, la primera me resulta demasiada pasión para mostrar en público, así q pasé a la segunda para rebajar un poco el efecto de Sobreviviré versión Stage, pero aún así no pude evitar cantar "sobre las caderas se mueve mi falda..." mientras caminada.
Y ya llegué al trabajo. Mientras saludaba con gusto a mis compañeras vino a mi mente la idea de q hoy sí me tenía q llevar mis nopalitos y tunas q estaban en el refri común, así q me dirigí al mismo. Me sorprendí, luego me enojé. "Y mis nopalitos?" grité con un tono chiplón. "Ay...eran tuyos? no eran de Anamaría? Pues se los llevó ayer pq pensé q eran de ella", contestó Marta en un tono q me pareció sumamente estúpido.
Mis nopalitos. Míos. Y las tunas...mis tunas. Obviamente esta mujer no sabía q tenía saboreandome mis nopalitos freidos con queso panela a un lado durante tres días, y q pensaba comer mis tunas en el camión a Creel, así q era imposible q supiera la frustración y enojo q me ocasionó.
Pues ni modo! Zero q me influya, no? A veces las cosas no salen como uno quiere...y cómo nos da coraje!! Porque para hacer lo q queremos invertimos mucho de nosotros: tiempo, esfuerzo, energía, dinero...y luego resulta q no lo obtenemos por causas ajenas a uno...válgame! Pero esa es la escencia de la vida, no? Aprender q las cosas no siempre salen como queremos, sino como deben ocurrir, de la forma en que Dios, la vida, quiere q ocurran. A ver, quién nos dijo q todo siempre iba a ocurrir de la manera en q nos viniera en gana? Te mintieron!...quizá podamos demandarlos, luego vemos eso.
Desprenderse, desprenderse, desprenderse. De las cosas, de las personas, de las ideas, de los deseos, para hacer nuestro peso más ligero y vivir una vida sin ataduras: feliz.
Me queda la esperanza de recuperar esos nopalitos y tunas, y si no, pues mucho provecho Anita!
